VISIÓN SISTÉMICA-RELACIONAL

en LA RUEDA DE LA VIDA

El paradigma sistémico pone su acento en el individuo como sistema abierto y “parte de”, en las interrelaciones y comunicaciones, más que en los procesos intrapsíquicos únicamente, en el síntoma como una expresión de una situación interpersonal, en la causalidad circular, en el interés por el presente y el cambio, más que en el pasado. Es preciso razonar en términos nuevos, abandonar la visión mecanicista-causal de los fenómenos y adquirir una clave de lectura diferente; la sistémica. Se trata de aprender a observar de una manera diferente; no hablamos de personas con connotación negativa; diagnósticos, etiquetas, enfermedades aisladas…sino de respuestas a un desequilibrio.

El foco de interés se dirige hacia las relaciones que se materializan en el cómo nos comunicamos. Cabe destacar que el paradigma sistémico tiene diferentes dimensiones que no son excluyentes; la dimensión transgeneracional se ocupa de la influencia psíquica, emocional y física que el sistema familiar de origen tiene en nuestro estar en el mundo. La dimensión intergeneracional acota esta influencia a los padres y abuelos con los que podemos observar el tipo de comunicación que adoptamos; está más enfocada al momento presente y es donde se pueden generar los cambios perceptibles. En la dimensión intergeneracional estudiamos cómo adaptamos lo aprendido en las anteriores en la relación con otros sistemas, otras personas. Todos ellos son complementarios y su observación enriquece cualquier transacción comunicacional. 

Desde el Aula Balear de Gestalt, conscientes del posible interés suscitado, proponemos un espacio-proceso formativo para trasladar al rol profesional o personal de los interesados, algunos de los elementos, técnicas y herramientas que contribuyan a ampliar la mirada fenomenológica. No es una formación para ejercer como terapeutas sistémicos. Sí es un proceso para incorporar el enfoque sistémico-relacional a cualquier tipo de relación de ayuda en la que estemos inmersos.